viernes, 15 de enero de 2010



AYUDAR AL NIÑO A ENFRENTAR LA MUERTE




Los niños reaccionan de manera diferente a los adultos cuando muere un familiar. Los niños entre 3 a 5 años de edad ven la muerte como temporal y reversible, similar a dormir. Las reacciones más frecuentes son miedo a la separación de los padres y otros seres queridos, aferramiento, rabietas y explosiones de irritabilidad.


Comportamiento de lucha, llanto y aislamiento. Conducta regresiva, trastornos del sueño, incremento en los temores usuales, actuar como si la persona todavía estuviera viva.




¿CÓMO ACTUAR?


Corregir la información errónea y las fantasías. Ser honesto y claro, con respuestas simples a cerca de la causa de la muerte. Usar vocabulario real y evitar los eufemismos. Ayudarle a clasificar y rotular sus reacciones y sentimientos. Reforzar el hecho de que el niño no es culpable. Reforzar que la muerte no es una forma de castigo. Hay que proporcionarle límites a las conductas inapropiadas. Establecer un cuidado consistente, seguro y estable. Permita la participación y elección del niño para asistir a las actividades del funeral. Espere preguntas repetidas. Esperar que piense que cuando alguien muere puede regresar. Contarle historias y mostrar fotos de la persona que murió para crear una conecxión y solidificar los recuerdos. Animar la expresión de sentimientos mediante el dibujo, libros, juegos...
Publicado por Mireia
CELOS ENTRE HERMANOS


Son una respuesta normal ante una pérdida de afecto. En el caso de los niños creen que, debido a la llegada de su hermano, han perdido ese amor incondicional que antes tenían. Este hecho les va a generar mucha inseguridad y verán a su hermano como alguien que ha llegado a quitarle el cariño de sus padres.


¿Cómo se manifiestan?

Por llamadas de atención exageradas y desproporcionadas muestras de cariño hacia el hermano o regresiones. A veces a escondidas tratan de hacer daño a su hermano e incluso a veces padecen problemas de salud a los que no se le encuentran origen físico.

¿Cómo actuar?

Se debe entender y comprender que el niño no es malo por manifestar con violencia su oposición al nuevo hermanito. Transmitir que el cariño que se les tiene es el mismo para los dos pero que las necesidades de cada uno son diferentes. Intentar ser pacientes y cariñosos. Ignorar las posibles protestas, reproches escusas y quejas. Dedicarle con frecuencia un tiempo de atención en exclusiva. No se debe reconocer sus diferencias ni individualidad, compararlos, sucumbir a sus peticiones o pedirle que sea ejemplo de su hermano (no atribuirle esa responsabilidad).
Publicado por Mireia



LA TRICOTILOMANÍA


Es un desorden caracterizado por arrancarse el pelo de forma recurrente dando como resultado zonas de alopecia. Para su diagnóstico se requiere que el paciente esperimente una sensación de tensión o estrés antes de halarse el pelo y una situación de alivio o gratificación después de hacerlo. No se conoce la causa se suele asociar a situaciones de estres emocional. Se suele asociar también a chuparse el dedo durante periodos de poca o baja estimulación.

Siempre realizan el mismo ritual, primero están tensos, empiezan a arrancarse el pelo y después sienten una sensación placentera provocada por las molestias del tirón de pelos. Pueden arrancarse también pestañas, etc. Después pueden jugar con el pelo arrancado o simplemente comérselo provocando tricofagia (vómitos, nausias).


¿CÓMO EVITARLO?


Los especialistas aconsejan un cambio de conducta radical, hay que intentar enseñar al niño a que se controle. No es para nada aconsejable raparle el pelo o castigarlo porque podemos provocar en el niño mayor angustia y acrecentar la magnitud de la enfermedad. Lo mejor es acudir a la ayuda de un pediatra.
Publicado por Mireia
Bueno chicas, en relación con el trabajo que hemos expuesto, La educación especial en infantil, conseguimos el material que utiliza el equipo de orientación de un centro escolar para emplearlo como ayuda para los padres. Pensámos que podría interesaros. Este material trata de los casos más comunes que se presentan en el aula. Espero que os guste y que os sea útil.



LAS RABIETAS


Son comportamientos coléricos mediante los que el niño manifiesta su incapacidad para hacer o conseguir algo que desea. Se considera una parte normal del desarrollo del niño de 1 a 3 años y la tendencia es a la desaparición hacia los 4 años. La rabieta es una forma inmadura de expresar ira o enfado.

El problema surge cuando el niño lo utiliza intencionalmente e indiscriminadamente para obtener ciertas recompensas. El niño quiere conseguir algo. Bien porque sus padres se lo niegan, bien porque el niño anticipa esa dificultad y recurre al llanto y al enfado desproporcionado como respuesta a la frustración de sus deseos.


ALGUNAS CONSIDERACIONES


Permitir que el niño realice pequeñas elecciones frecuentes, todas dentro del terreno de lo aceptable. Darle a elegir entre varias opciones disponibles.


Los niños tienden a tener más rabietas cuando están mas cansados porque son menos capaces de hacer frente a la situaciones frustrantes. También cuando están hambrientos o enfermos.


Avisar al niño con tiempo, estas se pueden evitar dándole una advertencia con 5 minutos de anticipación, en vez de pedirle de repente que deje inmediatamente de hacer lo que está haciendo.


La negativa debe ser irrevocable. Hay que establecer normas razonables, claras y coherentes y no cambiarlas, para que el niño conozca perfectamente donde están sus límites.


¿Cómo actuar?


Ignorar es una manera efectiva de impedir las rabietas o, al menos, de evitar reforzarlas. Cuando se empiezan a ignorar las rabietas estas pueden intensificarse durante días antes de empezar a ceder. Se le debe ignorar, continuando con lo que se esté haciendo y si está cerca de algo peligroso alejarle para evitar que se cause algún daño o que lo cause a los demás. Cuando comience una rabieta hay que alejarse para que el niño no tenga quien le escuche. No trate de razonar con el niño. Hay que dejar que el niño recupere el control. Hay que crear un clima de tranquilidad y mantener la calma. No se le debe conceder lo que quiere. El castigo debe emplearse con cuenta gotas y cautela puesto que podría perder su carácter sancionador y corrector. El niño no debe de ser el centro de atención. Se debe evitar hablar después de las rabietas, se le debe dar seguridad y afecto pero sin mimarle en exceso explicándole lo inadecuado de su comportamiento.
Publicado por Mireia